Aceite de Argán

El argán es una planta que crece sólamente en las zonas desérticas del sudoeste de Marruecos y en la región de Tindouf de Argelia. Llega a alcanzar los 8 ó 1o metros de altura, vive casi 200 años y produce unas flores pequeñas de color amarillento. Su fruto contiene unas semillas ricas en aceite, el producto del que os quiero hablar hoy, el famoso aceite de argán.

En Marruecos, este árbol es una fuente de recursos, ya que se utiliza como forraje, petróleo y madera. Su aceite se usa para fines culinarios también y sobretodo, es apreciado por su uso cosmético. Los bereberes han utilizado desde tiempos inmemoriales el fruto de este árbol y es incluso muy apreciado por los animales, como las cabras, que cuando el pasto escasea, no dudan en encaramarse a sus ramas para masticar los frutos del argán.

La explotación del aceite de argán está realizada exclusivamente por cooperativas de mujeres, que en zonas deprimidas de un país como Marruecos, han supuesto una muy buena ayuda para la economía de muchas familias y para el desarrollo personal y profesional de esas mujeres, ya que en muchos casos las cooperativas están creadas por motivos filantrópicos en primer lugar y compuestas por mujeres maltratadas o excluidas socialmente.

La extracción del aceite es totalmente artesanal, no existen fábricas para su extracción industrial. El proceso es el siguiente:

• Las cabras que se han subido a los árboles mastican los frutos y escupen los huesos al suelo. Otra manera de coger esos huesos es simplemente esperar a que los frutos maduren y caigan del árbol. Los huesos se recolectan a mano y después se tienen que partir manualmente uno a uno.
• Los huesos contienen 3 pipas del tipo de la de calabaza que se tuestan hasta que co­miencen a ennegrecer, posteriormente se machacan y se muelen en un rús­tico molino de piedra.
• El resultado es una especie de crema opaca y espesa que des­cansará durante una semana en un lugar fresco y oscuro hasta que se seque.
• Las mujeres van for­mando bolas que van apretando hasta que em­pieza a escurrir, poco a poco, aceite de ésta pasta semi ­seca. El aceite es li­gero y trans­parente, más ligero y diges­tivo que el de oliva, de color marrón claro y sabor fuerte y agradable. El aceite produ­cido con este método se guardará 3-6 meses, para su uso familiar, en un almacén donde puede es­tar hasta 20 años almacenados sin estropearse La pasta restante se da como alimento para el ga­nado.

El aceite de argán es muy rico en ácidos grasos esenciales, que contribuyen a reparar la piel, defenderla contra agresiones externas y mantienen su hidratación. Estos ácidos grasos además compensan la sequedad y la pérdida de elasticidad que originan la aparición de arrugas. Esta acción beneficiosa contra el envejecimiento celular se refuerza gracias a su alto contenido en tocoferoles, la vitamina E (tiene 3 veces más vitamina E que el aceite de oliva), hidratante y cicatrizante que además es conocida por ser una de los más poderosos antioxidantes biológicos que neutraliza los radicales libres.

Entre sus propiedades y beneficios se encuentran:

• Cura y mejora los puntos y granitos de la varicela.
• Ayuda en el tratamiento de eccemas, dermatitis y acné.
• Prevención de estrías e hidratación durante el embarazo.
• Hidratación y tratamiento de la piel de los bebés, aplicándolo con suaves masajes.
• Masajes en las articulaciones para prevenir reumatismos.
• Para prevenir arrugas y el envejecimiento de la piel del rostro.
• Endurecer las uñas
• Fortalecer el cabello
• Aporta brillo y elasticidad a la piel.

El aceite de argán es incoloro e inodoro, penetra rápidamente, no engrasa en absoluto y por tanto lo pueden utilizar todo tipo de pieles. Se puede usar en la piel del rostro, en el cuerpo, en el pelo, en las uñas… Lo mejor es usarlo totalmente puro y aplicarlo con las manos, esparciéndolo bien y dejando que penetre bien.

Por ejemplo, para los cabellos secos, bastaría con aplicar en la zona de las puntas unas gotas de aceite de argán con las manos, y en el caso de un tratamiento “de choque”, aplicar una nuez de producto impregnando bien el cabello y déjandolo puesto durante unos 30 minutos, antes de lavarnos el cabello. Para las uñas y cutículas, aplicaoslo como si fuera una cremita de manos antes de iros a dormir. También se puede mezclar con zumo de limón y aplicarlo en las cutículas y uñas. Para la piel seca del cuerpo se puede aplicar directamente el aceite de argán o bien mezclarlo a partes iguales con aceite de almendras dulces.

El aceite de argán es un producto totalmente natural (por lo menos en su composición pura, si lo comprais tal cual…) y biológico, sin elementos químicos de ningún tipo. A causa de su sistema tradicional de extracción, está considerado el aceite más caro del mundo y también por ese motivo se le llama “oro líquido de Marruecos”.

En Internet podeis comprar aceite de argán puro, en las siguientes webs:

• Arganvida.com: os pongo el enlace del aceite puro, pero tienen también productos cosméticos a base de este aceite, que contienen otros ingredientes.
• El Séptimo Cielo: interesante tienda de productos cosméticos naturales, de manos de una dermatóloga catalana.
• La Tienda de Omamori: una tienda que ya os recomendé cuando hablamos del Jabón de Alepo. Yo compro en ella tanto el mencionado jabón de Alepo como el aceite puro de argán.

En un par de días os hablaré de varias marcas que comercializan productos cosméticos a base de aceite de argán: Galenic, Yves Rocher, Kiehl’s, Bottega Verde, etc. No os perdais ese artículo si este os ha interesado….

¿Conocíais este producto? ¿Lo habeis usado?

¡Gracias por leer y comentar!