Oímos y leemos un montón de cosas sobre el sol, sobre los rayos ultravioletas, sobre los filtros solares, sobre los bronceadores y las cremas solares… pero hay tantos conceptos y es tanta la información que recibimos que a menudo nos perdemos un poco y acabamos sin enterarnos muy bien de qué necesitamos exactamente! Por lo menos a mi me ocurre a menudo con muchos temas de cosmética y por eso me pongo a investigar para enterarme mejor!
La radiación ultravioleta
Los rayos ultravioleta (cuyo acrónimo en inglés es uno de los conceptos que más leemos – UV) son fracciones de radiación solar que llegan a la tierra y nos pueden afectar en mayor o menor medida. Los hay de 3 tipos:
– Ultravioleta A (UV-A): en ocasiones también se subdivide en UV-A I y UV-A II. Es el tipo de radiación menos energética y que llega en mayor número a la tierra. Es la menos peligrosa pero ¡ojo! también debemos cuidarnos de ella ya que puede causar enrojecimiento de la piel y las primeras reacciones de fotosensibilidad.
– Ultravioleta B (UV-B): es el tipo de radiación del que habitualmente debemos protegernos ya que es el principal causante de las quemaduras de la piel y del envejecimiento prematuro, con formación de arrugas, daños en el colágeno e incluso la aparición de cáncer. En su mayoría, estos rayos son absorbidos por la capa de ozono pero cada vez traspasan más esta capa y llegan a nosotros (de ahí que hace unos años se empezara a hablar tanto del agujero de la capa de ozono y los peligros que comporta)
– Ultravioleta C (UV-C): este tipo de radiación está filtrada automáticamente por el ozono atmosférico, no llega a la tierra y por tanto no nos da problemas. ¡No debemos preocuparnos por ella!
Cómo daña el sol a nuestra piel
Hemos oído 1 y 100 veces que el sol daña la piel, sí… pero ¿qué efectos nocivos tiene y realmente cómo causa estos daños? veamos…
Los rayos UV alteran el funcionamiento de las células de nuestra piel causando oxidación de las membranas celulares, además de alterar la comunicación y la sincronización de las funciones celulares. Además entorpece el funcionamiento del glutatión (pequeña proteína formada por aminoácidos esencial para la eliminación de los radicales libres, por tanto, un potente antioxidante que tenemos de forma natural en el cuerpo) y ello favorece el envejecimiento de la piel.
Los rayos UV además alteran el ADN celular y debilitan el patrimonio genético que todos tenemos. Seguro que habéis oido alguna vez eso de que “la piel tiene memoria”, pues se refiere a eso: tomar el sol en exceso sin cuidado alguno cuando tenemos 20 años puede perjudicar a nuestra piel a la larga y muy probablemente nos daremos cuenta demasiado tarde.
El eritema solar (quemaduras a causa del sol) puede aparecer debido a que los queratinocitos se debilitan con el contacto con los rayos UV, liberando substancias inflamatorias. También se alteran las células de Langerhans (auténticas guardianas de la salud y de la belleza de la piel) y los melanocitos sintetizan la melanina desordenadamente, lo que ocasiona una pigmentación irregular y por tanto las indeseables manchas en la piel que tantos disgustos nos dan.
El sol debilita las defensas de nuestra piel, por ese motivo por ejemplo pueden aparecer herpes en los labios más a menudo en verano que en invierno ya que los rayos del sol los provocan. Si padecéis de herpes lo sabréis bien!
Por último, pero no menos importante, los fibroblastos con el contacto de los rayos UV, sintetizan un complejo
proteico que ocasiona la destrucción de fibras de colágeno y acelera la formación de arrugas y la pérdida de firmeza, causando el llamado “envejecimiento prematuro de la piel”.
Los productos solares y el SPF
La mayoría de los productos solares de hoy en día bloquean la radiación UVB y permiten el paso de los rayos UVA para conseguir broncearnos pero con prudencia, evitando el enrojecimiento.
Las cremas y lociones de marcas reguladas llevan un control que las obliga a indicar el nivel de protección solar que ofrecen. Esto se hace con la escala SPF (Sun Protection Factor, siglas en inglés de Factor de Protección Solar). Los números SPF que aparecen en los envases y etiquetas indican la capacidad que tienen para bloquear los rayos de sol UVB y evitar las quemaduras. Está claro pues que a mayor valor SPF, mayor protección contra las radiaciones solares dañinas.
La escala SPF ha sido aprobada y aceptada por la Food and Drug Administration (FDA) de los EEUU y The European Cosmetic Toiletry and Perfumery Association (COLIPA) de la Unión Europea. Por tanto, es una escala de uso común en medio mundo y de la que nos podemos y debemos fiar.
El SPF se calcula en función de los minutos que una persona puede estar al sol sin protegerse y evitando el enrojecimiento cutáneo. Hay varios de estos cálculos por internet aunque la mayoría son equívocos, erróneos y complicados. Expertos en farmacia y dermatología me han confirmado que no merece la pena seguir esos métodos y que realmente es mejor tener en cuenta dos factores:
- Elegir el producto con el SPF que necesitemos. Esto depende a su vez de el fototipo de piel que tengamos, las condiciones de exposición (si estamos en la playa, en alta mar, en la ciudad, en la nueve…) y de la sensibilidad o el riesgo de nuestra propia circunstancia (por ejemplo si estamos en una circunstancia especial como un embarazo o bajo tratamiento médico o si tenemos alguna patologia de la piel como acné o manchas)
- Renovar este producto elegido cada 2 horas o más a menudo. Especialmente si nos hemos bañado.
Fototipos de piel
No todas las pieles son iguales, y eso lo sabemos bien. Cada una conocemos bastante bien nuestra piel pero no está de más repasar los fototipos establecidos:
- Fototipo 0: Personas que siempre se queman y jamás consiguen broncearse. Personas albinas o de cabello muy rubio, ojos claros azules o verdes, sin pecas, piel muy sensible…. Las personas que poseen este fototipo deben evitar la exposición al sol.
- Fototipo I: personas que se queman habitualmente pero pueden consiguen un broncedo muy ligero. Son individuos de cabello rubio o pelirrojo, ojos verdes o azules, pecas muy numerosas, piel muy clara y muy sensible. Estas personas deberían usar un SPF 50 y SPF 50+ siempre.
- Fototipo II: Personas que se queman en ocasiones y se broncean un poco. Suelen tener el cabello rubio, ojos claros, pecas numerosas, piel clara y sensible. Estas personas deberían empezar con una protección SPF 50 y nunca usar menos de SPF 30.
- Fototipo III: Personas que no se suelen quemar y consiguen un bronceado medio. Individuos de cabello rubio o castaño, ojos marrones, pocas pecas, piel clara o mate de sensibilidad media. Estas personas deberían mantener una protección solar SPF 30 o como mucho SPF 20.
- Fototipo IV: personas que muy raramente se queman y consiguen un bronceado sólido. Suelen tener el cabello castaño, los ojos oscuros y una piel sin pecas, mate y de sensibilidad escasa. Recomendamos empezar con una SPF 30 y bajar si lo consideramos necesario.
- Fototipo V: Personas que se broncean con facilidad aunque ya suelen tener la piel bronceada de manera natural (latinas oscuras, raza gitana…) Cabello castaño oscuro, ojos oscuros, sin pecas, bronceado muy oscuro, piel oscura y poco sensible. Estas personas pueden optar por usar un SPF 20 ó SPF 15.
- Fototipo VI: personas de raza oscura (hindú, mulata o negra) Se caracterizan por tener el cabello negro, los ojos negros, piel sin pecas y fuerte. Siempre es necesario un poco de protección asi que recomendamos un SPF 10 o SPF 5 para evitar problemas!
Tipos de filtros en las cremas solares
También hemos oído hablar una y mil veces sobre los filtros naturales y los filtros químicos, que tienen detractores y defensores. Aclaremos un poco los conceptos:
- Los filtros físicos tienen micropartículas (básicamente dióxido de titanio y óxido de zinc) que actúan como una pantalla que actua como pequeños espejos que reflejan la radiación. Estos óxidos deben presentar una cristalización muy fina para que no dejen un rastro blanco sobre la piel y por otro lado deben presentar suspensiones suficientemente estables para que con el almacenamiento no se separen.
- Los filtros químicos están constituidos por moléculas capaces de absorber los UVA y los UVB. Se trata de aminobenzoatos, salicilatos, benzofenonas, derivados del dibenzoilmetano, cinamatos y acrilatos. Estos componentes no son perjudiciales para la piel y están aprobados por las entidades que controlan los ingredientes cosméticos.
La mayoría de productos solares presentan una combinación de ambos filtros físicos y químicos, especialmente en los factores de protección más altos, que son imposibles de conseguir sólo con filtros físicos. Que una crema incluya filtros químicos no es malo aunque haya personas que prefieran no usarlos (igual que los conservantes en los cosméticos son necesarios y también hay personas que por convicción prefieren buscar otras alternativas). Todo es válido mientras sepamos lo que hacemos y estemos informadas, ¿verdad?
Los protectores solares se dividen en 3 grupos según el SPF que contienen:
- Protección baja: SPF 6 – SPF 10.
- Protección media: SPF 15 – SPF 20 – SPF 25
- Protección alta: SPF 30 – SPF 50.
Más allá de SPF 50 se suele indicar con SPF 50+ pero realmente 50 es el máximo al que los protectores solares llegan y por tanto, si necesitamos más protección, simplemente deberemos aplicar una protección 50 más a menudo para mantenernos a salvo y complementarlo con filtros como gafas de sol, gorros y ropa ligera.
Por ejemplo, en un día de playa es una buena práctica ir aplicando el protector adecuado durante todo el día y a partir de las 3 o las 4 de la tarde no tumbarnos al sol directamente sinó ponernos una camisa de algodón fresca y un gorro de paja ligero o una gorrita con visera. Es una práctica recomendada para todos, pero especialmente para niños, personas mayores y personas de piel sensible!
Hay que protegerse siempre
El 60% de las personas no usan ningún tipo de protección solar los días nublados por ejemplo, lo cual es un error ya que los rayos UVA y UVB traspasan igualmente las nubes y atacan nuestra piel de igual modo!
Hay momentos en los que hay que cuidar incluso más la protección solar ya que los rayos llegan de un modo más agresivo a la tierra y por tanto debemos cuidar más nuestra piel. Por ejemplo a más altura del terreno, más protección, por tanto cuando estemos en la montaña realizando actividades como trekking hay que extremar las precauciones. Del mismo modo, las horas del día en las que generalmente vamos a la playa y a la piscina son las peores! De 12 del mediodía a 16 h de la tarde el sol está más agresivo y puede dañar más nuestra piel.
Hay que tener en cuenta también que determinados escenarios rebotan la luz del sol y multiplican por mucho sus efectos nocivos, por ejemplo en la nieve el sol se refleja un 85% más que en otras superfícies y por eso es necesario usar SPF muy altos cuando esquiamos. El agua del mar tiene una reflexión del 20%, la arena de la playa entre el 15% y el 25% y la hierba, un 10%.
Mitos y dudas
- Existe un mito según el cual las cremas con SPF altos tienen que tener obligatoriamente filtros químicos. Eso no es cierto ya que hay en el mercado cremas de SPF 50 incluso realizados sólo con filtros físicos. Todo depende de los filtros elegidos y de su desarrollo en el laboratorio hasta conseguir el producto adecuado.
- Los números de SPF indican el factor de protección contra los rayos UVB. Los protectores que además nos protegen de los rayos UVA incluyen un símbolo que lo indica.
- Los productos solares “para niños” no son especialmente diferentes en su formulación. En algunos casos no tienen perfume, pero el SPF es indicado en el bote y no tiene más secreto que este.
- Dejar la piel untada con la crema pero sin absorberla del todo (lo típico de ponerse una capa espesa y blanca y dejarla encima de la piel tal cual) no nos protege más sinó todo lo contrario: si la crema no está bien untada y absorbida correctamente no hace su efecto y además la capa blanca de crema ejerce el efecto espejo, llamando más a los rayos de sol.
- Es conveniente ponerse mucha más crema solar de la que nos ponemos habitualmente. Por ejemplo, en los envases en forma de spray con aplicador es conveniente usar 8 aplicaciones cada vez.
- Tomar el sol es un “falso amigo” de las pieles acnéicas. Es cierto que a corto plazo el sol mejora el aspecto de la piel grasa con acné ya que la endurece y la hace más gruesa, disimulando los granos. Pero en cuanto el bronceado desaparece y el otoño hace su aparición, el efecto rebote puede ser peor. Si tienes acné, es mejor tomar el sol con una alta protección solar, eso sí, que sea libre de aceites y para pieles mixtas y grasas.
- Sí es conveniente aplicarse el protector solar un rato antes de llegar a la playa o a la piscina. El motivo es principalmente estar protegida correctamente desde el principio, ya que si llegas a la playa, te instalas y luego te empiezas a poner la crema, ya llevas quizá 20 minutos expuesta al sol sin protección. Por otro lado, en casa nos aplicaremos el protector más a conciencia y en pla playa o en la piscina nos lo aplicaremos más rápido y seguro que nos dejamos algún trocito de piel sin crema (¿a quién no le ha ocurrido darse cuenta al final del día que se ha quemado un pedacito superior de muslo o las axilas?)
- Hay que aplicarse también crema con SPF en las manos, ya que son la parte del cuerpo junto con el rostro que está expuesta a los rayos solares durante todo el año y en cualquier circuntancia. Las típicas manchas en las manos que aparecen con la edad se pueden frenar usando crema para el sol!
Espero haberos aclarado algunos conceptos y que todas hayamos aprendido algo con este artículo. Y sobretodo, que estemos preparadas para disfrutar del sol cuidando nuestra piel!
¡Gracias por leer y comentar!
Qué información tan completa! Yo veo que he utilizado la protección adecuada para mi tipo de piel. La verdad es que a veces no hacemos mucho caso de estos consejos y son muy importantes.
quehaydenueovamiga.blogspot.com
Por cierto, estoy de sorteo.
Muchas gracias por tu comentario y por informarme sobre el sorteo!
Un post muy bueno ya que muchas creemos que esos de las radiaciones no son tanto como nos lo ponen!!! No hay que comprometer la salud por un moreno bonito.
efectivamente Yoana, has dado en la clave: no hay que comprometer la salud por un moreno bonito! en lo tiempos actuales tenemos suficiente informacion y productos de calidad para broncearnos de un modo saludable!
Madre mía, si hay algo que no supiera acerca del tema ya me lo has aclarado todo, que post tan completo!
Aparte me encantó el vídeo, no lo había visto… qué guapas salen Sonia y Susana!
Besitos!!
muchas gracias!!
Muchas gracias por esta entrada, te lo has currado mucho, genial. Yo estoy bastante concienciada desde hace tiempo, el único problema que veo es que los protectores faciales aún no he encontrado uno que me convenza del todo, para el dia a dia, pq no veo que se terminen de absorber al 100% y eso no me gusta. Así que seguimos a la búsqueda.
Lo que sí estaría bien es que las firmas hiciesen envases más pequeños y a la vez más baratos, pq al menos las que somos de ciudad que tampoco nos pasamos todo el verano al sol, pues muchas veces no gastamos los botes enteros y a mí me da pena tirarlos… pero claro, al año siguiente no te sirven y me da lástima el desperdicio.
Un saludo
rocío, en breve os presentaré la novedad de Avene, un envase mini de protección SPF 50+ y oil free ideal para el rostro y que se puede llevar en el bolso!! creo que te encantará!!
Yo después de las barbaridades que hice de adolescente ahora me cuido muchísimo del sol. Un post super completo!
Un besazooo y cuando estés en Ibiza rodeada de alemanes obnubilados ante una mujer tan mujer como tú eres, ya puedes protegerte del sol y de todo lo demás!
Un besazo!!!!
jajaja, besos, guapa!!
Que buen review! Muy completo y en el momento indicado de que empecemos a prepararnos para el verano =D
Muchas gracias! me alegro que te haya resultado de interés!!
Buenísimo! Yo a Untarme del spf 50!!! Haré que mi chico lo lea. Gracias!
jaja harás bien!! ellos son reacios a las cremas muchas veces verdad?
Calypso, creo que este es uno de tus mejores post, al menos en mi opinión, me ha gustado muchísimo. Yo estoy super concienciada con el tema del sol desde que una vez de pequeña me quemé y me salieron ampollas en los hombros… Desde entonces me cuido mucho, aunque eso no quita para que a veces se me queme la raya del pelo, es un sitio donde se me olvida echarme la protección!! Muchas gracias por informarnos tan bien. Besos!
muchas gracias alicia, me harás ponerme colorada!!! de verdad que me alegro que te resulte útil el artículo!!
Buen post!, yo la verdad es que con la controversia que hay con los protectores químicos estoy un poco liada, he leido que causan más radicales libres y que algunos son tóxicos.
Genial entrada Judith 😉
Gracias Elisa!!
Me ha encantado este artículo! ahora más que nunca hay que cuidarse del sol!
Un besito guapa! 🙂
Muchas gracias!! un besito para ti también!
Hola guapa!
Muy interesante tu entrada, la verdad es que siempre debemos ir protegidas del sol, porqué es más peligroso de lo que nos pensamos. Cuando era más jovencita hacía barbaridades por estar morena, incluso rociarme aceite para freirme como un huevo frito, no era consciente de los efectos nocivos del sol y ahora intento cuidar muchísimo la piel, porqué tiene memoria y quizás algún día recuerde aquellos días de sol eternos. Intento protegerme durante todo el año, con protección 50, gorras en verano y no estar mucho rato en el sol, aunque a veces no es suficiente!
un besito 😉
Tienes toda la razón en lo que dices!! aunque ya no podemos dar marcha atrás, podemos cuidarnos a partir de ahora, claro que sí! Un beso!
Muchas gracias.
Encantada con el pots.
A tener en cuenta aplicar también en las manos. Muchas veces nos olvidamos.
Besitos
me alegro que te parezca interesante el post y sin duda, las manos hay que protegerlas del sol también! Un beso