Seguro que en numerosas ocasiones te has encontrado preguntándote a ti misma: ¿y qué diferencia hay entre un perfume y una eau de toilette? y para complicar más las cosas…. ¿y qué es entonces un eau de parfum? ¿y un perfume sin alcohol? En numerosas ocasiones sólo los distinguimos por su “potencia de aroma” y los elegimos sin tener en cuenta sus diferencias, además de usarlos de manera indistinta y no tener claras realmente sus diferencias y características principales.
Pues bien, si has llegado hasta aquí espero poder aclararte estas dudas de una manera fácil y sencilla y que al terminar de leer este artículo sea más fácil elegir el tipo de fragancia adecuada para cada momento!
La principal diferencia entre todos los tipos de fragancias es la cantidad de aceite y de alcohol que llevan, ya que las fragancias son siempre una mezcla de aceites disueltos en alcohol. El nivel de concentración de aceites es lo que indica que el aroma sea más o menos intenso y por tanto, da un nombre u otro al producto.
Tweet: Un perfume se diferencia de una colonia por el % de aceite que contiene su fórmula
Las fragancias se elaboran a base de una mezcla de aceites aromáticos (esenciales, absolutos o sintéticos) diluidos en agua y alcohol. La cantidad de aceite que contiene una fragancia con respecto a la cantidad de alcohol es lo que marca la diferencia entre un agua de colonia, un agua de perfume o un perfume. Cuanto mayor sea la concentración de aceites esenciales en una fragancia, más intenso y duradero será el aroma.
Los distintos tipos de fragancia según la concentración de aceites son:
- Eau fraîche (o Agua fresca): tienen muy poca concentración de aceites y son las fragancias más frescas, muy habituales en verano y pensadas para reaplicarse a lo largo del día ya que el aroma no suele durar más de una hora sobre la piel.
- Eau de cologne (o Agua de colonia) tiene una concentración entre el 2% y el 4% de aceites y también es un aroma muy fresco que dura poco sobre la piel y requiere reaplicación para seguir disfrutándolo.
- Eau de toilette: es probablemente la más común y con la que estamos más familiarizados. Se trata de una fragancia con una concentración de aceites entre el 8% y el 15% y que tiene una duración de unas tres horas sobre la piel, pasadas las cuales el aroma se desvanece ligeramente.
- Eau de parfum: esta fragancia más intensa se caracteriza por tener una concentración entre el 15% y el 22% y un aroma que dura hasta 6 horas sobre la piel.
- Extracto de perfume o simplemente, Perfume: es la versión con una mayor concentración de aceites (puede llegar hasta el 40%), que incluso se nota en su textura no tan líquida y más aceitosa. Su aroma es muy potente y deja una estela duradera incluso al día siguiente, se usa en muy pequeñas cantidades y por ese motivo los frascos de extracto de perfume son pequeñitos y costosos.
Como hemos dicho, la concentración de aceites en la fragancia indica su “intensidad” y duración sobre la piel pero no implica necesariamente que uno sea de mayor calidad que el otro. Por tanto, es falso el mito que un perfume es mejor que una eau de toilette: ambos productos pueden ser de gran calidad si están elaborados con buenos ingredientes.
La diferencia de intensidad entre las fragancias suele usarse para decidir qué producto usar en distintos momentos del día y del año. Las aguas frescas y las aguas de colonia suelen usarse de día durante todo el año y el tipo de fragancia que muchas mujeres prefieren para el verano ya que los aromas más intensos les resultan demasiado pesados. Las eau de parfum y perfumes los solemos reservar para la noche o para ocasiones especiales, teniendo en cuenta además que el aroma suele permanecer durante más horas.
Espero haberos podido aclarar algunas dudas sobre la diferencia entre un perfume y una eau de toilette. ¿Y vosotras, qué versión preferís? Si os interesa el mundo de los perfumes os recomiendo pasaros por la sección de Perfumes del blog, donde encontraréis muchos más artículos sobre este tema.