A estas alturas ya nadie duda de lo imprescindible que es usar una buena protección solar todo el año: no sólo cuando vamos a la playa o a la piscina sino a diario, porque los rayos UVA y UVB nos afectan siempre, incluso un día nublado de noviembre o mientras conducimos por la autopista cualquier sábado de mayo!
Pero todavía quedan muchas dudas por resolver con respecto a la protección solar. Una de las dudas más habituales es sobre diferencia entre filtros físicos y químicos: ¿qué son los filtros físicos? ¿son mejores los filtros físicos que los químicos? ¿cuando debo elegir un protector solar con filtro físico o químico?
En este post hablaremos sobre este tema y espero poder aclarar algunas dudas!
La principal diferencia entre filtros físicos y químicos radica en el modo como estos actúan frente a los rayos solares.
Filtros físicos
Este tipo de filtro solar actúa como una pantalla, reflejando la luz que llega a la piel. Imaginad que los filtros físicos crean una pantalla llena de pequeños espejos que reflejan los rayos de sol y por tanto, impiden que lleguen a nuestra piel. Su composición es básicamente dióxido de titanio, óxido de zinc y de hierro, que cristalizan dejando habitualmente una capa blanca sobre la piel.
Principal ventaja: estos filtros físicos no son absorbidos por la piel y eso los hace ideales para los bebés y niños pequeños además de ser el tipo de filtro que necesitan las personas con pieles muy sensibles y atópicas para evitar posibles alergias y reacciones.
Principal desventaja: la formulación de sus ingredientes principales hace que a nivel de textura sean menos “cómodos” que los químicos, algo más espesos y como decíamos, pueden dejar un rastro blanco sobre la piel. Aunque hoy en día cada vez mejoran más este aspecto y es posible encontrar en el mercado fórmulas con filtros físicos micronizados que dejan menos rastro blanco.

Filtros químicos
Por el contrario, los filtros químicos funcionan de otro modo: absorben los rayos UVA y UVB y los transforman para proteger la piel sin dañarla. Hablamos de ingredientes como aminobenzoatos, salicilatos, benzofenonas, derivados del dibenzoilmetano, cinamatos y acrilatos que aunque tengan nombres químicos (¡y hoy en día parece que la quimiofobia nos invade!) no son perjudiciales para la piel y están controlados y aprobados por entidades científicas de las que nos podemos fiar.
Principal ventaja: la textura de los protectores solares con este tipo de filtros es mucho más ligera y agradable al tacto, se absorben muy rápidamente.
Principal desventaja: aunque como ya hemos dicho, sus ingredientes son seguros, al ser un tipo de filtro que se puede absorber, es posible que genere alguna alergia o intolerancia en algunas personas.

Y ahora viene la gran pregunta: ¿Son mejores los filtros físicos o los filtros químicos? La respuesta no es fácil y podría resumirse en: depende. Depende de para quién, qué características tiene esa piel o qué gustos tienes… Ya hemos dicho que para bebés y niños (hasta los 3-4 años) lo más aconsejable es usar sólo filtros físicos. Lo mismo aplica para pieles atópicas o con muchos problemas dermatológicos.
Son embargo, para el resto de personas, podemos concluir que todas las opciones son válidas, siendo cada vez más habituales los protectores solares en el mercado que combinan ambos filtros, los físicos y los químicos.
Si buscáis recomendaciones de solares con filtros físicos, os recomiendo el SPF 50 de Avene, los packs de la marca española Alma Secret o el spray solar de Cocunat. Si por el contrario, os interesan solares que combinen ambos tipos de filtros os recomiendo los de Montibello, los de Skeyndor o si preferís productos de farmacia, apostad por Isdin.
Espero haberos podido aclarar dudas sobre la diferencia entre filtros físicos y químicos y sobre todo, recordad que hay que aplicarse protector solar a diario y renovarlo a menudo para que sea efectivo!
Buena información guapa. Gracias y besitos
Que bueno saber grasias
Muy buena información. En http://www.doctoranytime.co nuestros dermatólogos han recibido muchos pacientes con problemas de piel por uso inadecuado de químicos.